Para que una empresa funcione correctamente, es necesario que sus trabajadores sean productivos. Es algo obvio, pero el día a día en una compañía hace que haya momentos de tensión, en los que se acerca la entrega de un proyecto o la finalización de un servicio en el que se ha trabajado durante meses (o incluso años). Por eso, tanto los empleados como la dirección deben conocer las claves y técnicas que permitan, llegado el momento, afrontar con garantías esa carga de trabajo añadida. Estas son las 3 claves básicas que harán, de tu empresa, un lugar asombrosamente productivo:
1. Planificación. Gestionar adecuadamente el tiempo y distribuir de manera correcta las tareas es la clave para ser productivo. El trabajador que sabe qué tiene que hacer y en cuánto tiempo lo tiene que hacer, hará mejor su función que aquel empleado que no lo tiene claro. Apps como Evernote o Asana son una ayuda excelente para lograrlo. Planifica, planifica y planifica. Y cuando hayas terminado, vuelve a planificarlo.
2. Descanso. Es imprescindible para que una persona esté activa y, por tanto, pueda dar lo mejor de sí misma en el trabajo. Un trabajador contento, es un trabajador productivo. Es tan lógico que, en ocasiones, se olvida. En este sentido, una buena técnica de optimización es el pomodoro: trabajar durante 25 minutos y descansar otros 5. Y así sucesivamente hasta que termine la jornada laboral. Los resultados pueden mejorar. Y mucho.
3. Aumentar la colaboración entre los trabajadores. Hay momentos en que una tarea desborda al empleado, ya sea por el volumen de trabajo que supone o porque lleva mucho tiempo trabajando en ella. Por esta razón, es importante que, llegado el momento, exista la posibilidad de colaboración entre trabajadores, con el objetivo de terminar ese informe tan farragoso o enviar el proyecto de una vez por todas. Se trata, en resumidas cuentas, de remar todos juntos en la misma dirección. Así, se llega antes a buen puerto.
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