Tras varios días de deliberaciones, el Tribunal Supremo ha decidido finalmente – por 15 votos a 13 – que el impuesto de las hipotecas lo sigan pagando los clientes y no los bancos como estableció una sentencia de mediados de octubre.
Esto supone un jarro de agua fría sobre más de un millón de clientes bancarios con hipotecas que tenían la esperanza de que el Tribunal Supremo tomara la decisión de que los bancos se hicieran cargo del Impuesto de Actos Jurídicos Documentados (IAJD) en lugar de volver a la doctrina que se viene aplicando desde hace más de 20 años en la que el hipotecado se hace cargo de la liquidación del impuesto.
La esperanza para los hipotecados es que el asunto escale hasta el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), como sucedió anteriormente con las cláusulas suelo.
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