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Hay muchos empleados de oficina que tienen la gran suerte de trabajar siempre en un espacio climatizado, con calefacción en invierno y aire acondicionado en verano. Pero otros, como es el caso de los trabajadores de la construcción, jardineros, servicio público de limpieza, personal de mantenimiento de comunidades, trabajadores agrarios y muchos otros que se someten durante horas a las inclemencias del tiempo y en verano pueden verse afectados por los golpes de calor.

Éstos se producen como consecuencia de una exposición prolongada al sol, también por realizar actividades intensas a altas temperaturas con una pérdida de agua y sales minerales. En esta situación el cuerpo disminuye su capacidad de regular la temperatura por los mecanismos habituales produciéndose un aumento de la temperatura corporal.

¿Cómo reconocer los síntomas?

Debemos alertarnos cuando aparezcan signos de agotamiento, sudoración, fiebre, mareos, vértigos, lipotimias, calambres, dolores de cabeza y otros similares.

¿Cómo evitar los golpes de calor en los trabajadores?

Según el Ministerio de Sanidad nos propone unas sencillas medidas:

  • Beber agua y evitar tomar bebidas alcohólicas, café, té o cola y las muy azucaradas.
  • Permanecer en lugares frescos , a la sombra. Refrescarse de vez en cuando.
  • Evitar usar aparatos que eleven la temperatura. A partir de los 35ºC, un ventilador sólo mueve el aire, no lo enfría.
  • Hacer comidas ligeras (ensaladas, frutas, verduras, gazpachos o zumos).
  • Evitar las actividades en el exterior en las horas más calurosas.
  • Usar ropa ligera y de color claro, protegerse del sol, usar un calzado fresco, cómodo y que transpire.

Es muy importante seguir estas recomendaciones ya que desgraciadamente, cada año se dan casos de siniestralidad laboral debido a los golpes de calor. Ante la aparición de cualquiera de los síntomas citados, es importante abandonar la actividad laboral y acudir a un Centro de Salud.

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